sábado, 26 de mayo de 2012

Destellos


Todas las mañanas lo mismo. El despertador suena, lo apagan y se dan vuelta. La cama los abriga pero es hora de salir. Otro día rutinario los está esperando. Se bañan, se cambian y salen. No funciona el ascensor. Vuelan por las escaleras. Abren la puerta. San Telmo esta fría. Se dirige a la esquina de Estados Unidos y dobla a la izquierda. Se dirige a la esquina de Estados Unidos y dobla a la derecha. Caminan al café de siempre. Suena un celular, lo atiende. Busca la billetera y se distrae. Se chocan en la puerta del café y por primera vez se observan. Se sonríen. No hay vuelta atrás.
Ya no sería un día más, rutinario como siempre, no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario