sábado, 26 de mayo de 2012

"Deudas..."



Los veo, ella tensa deseando que él se acerque que rompa la distancia. Piensa que necesita probar esos labios, que deje la espera. Espera e imagina qué pasa por su cabeza. Se pregunta si la desea, si la ve atractiva, ella lo necesita. Quiere saberse deseada. Espera.
Él mientras la observa y piensa qué esconde, por qué se abraza tanto las piernas, ¿son los nervios que hacen que no deje de tocarse el pelo? Se anima y le toca la mano, nunca estuvieron tan cerca, pero se alejan rápido. Caminan y ella no tolera más el rechazo, él se acerca  y la mira fijo, ella no entiende qué es eso. Caminan. El frio los abriga. Paran y fuman. Escusa. Callan. Ella piensa en otro, en el barrio, en su corazón. Él la observa fumar. Rompe el hielo, la toma y no le importa lo que los une. La desea. Ella a él también. Se besan y más besan. Se ahogan en besos y se olvidan. Están solos, nadie mira, todo vale. Todo espera. Todo se olvida. Nada, solo ellos y la noche.

Destellos


Todas las mañanas lo mismo. El despertador suena, lo apagan y se dan vuelta. La cama los abriga pero es hora de salir. Otro día rutinario los está esperando. Se bañan, se cambian y salen. No funciona el ascensor. Vuelan por las escaleras. Abren la puerta. San Telmo esta fría. Se dirige a la esquina de Estados Unidos y dobla a la izquierda. Se dirige a la esquina de Estados Unidos y dobla a la derecha. Caminan al café de siempre. Suena un celular, lo atiende. Busca la billetera y se distrae. Se chocan en la puerta del café y por primera vez se observan. Se sonríen. No hay vuelta atrás.
Ya no sería un día más, rutinario como siempre, no.