jueves, 26 de agosto de 2010

Pensando en las miradas invisibles

Me puse a revolver la cartera, que viene a ser como una especie de casa ambulante. Me sorprendí con la cantidad de cosas que llevo por si... Cosas que quizás ni sabía que estaban. Cosas que creí haber visto y no estaban.
Justamente eso que buscaba se ve que lo saque.
Y entre todo ese mundo habia unas postales; sí, postales. Resumen: Ayer fuí a una casa de música y libros, las vi, las agarre y las guarde. Cuestión que una tenía el título de una película que me llamo la atención cuando la vi. "La mirada invisible". No se de qué se trata la peli pero a mi ese título me hizo pensar en las miradas invisibles que todos los días pasan por nuestro lado. Sentí como si todos esos objetos me miraran y supieran lo más íntimo de mi. Como si las hojas del cuaderno donde encribo guardaran los secretos más profundos y fueran las únicas con la mirada permitida.Invisible, porque no se ve, porque no la veo.
Esto puede sonar una locura, pero cuando caminamos también hay miles de miradas invisibles. Miradas que nosotros no vemos, pero ahí estan, que seguro se preguntan por qué nos vemos tristes, o tan alegres, o perdidos, o simplemente en stand by. O también pueden llegar a ser vacias. Yo por momentos soy, me siento, una mirada invisible porque me parece fascinante observar a los otros sin que sepan que los estoy viendo e intentar comprender qué les sucede. Ponerme en su lugar y sentirme parte del otro, aunque sea un completo desconocido.
Quizás sería bueno mirarnos a los ojos más seguido y dejar de ser miradas perdidas en el aire. No mirar vacios. Poder hacernos visibles; dejarnos ser visibles, sin miedo a perder algo, más bien a ganar una sonrisa, un abrazo, un beso, un Te Quiero.
Perder el miedo.
Eso es lo que deseo para el día de hoy y para el mañana; nuestro futuro más cercano y el más posible.

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